Educación y familia: la importancia de sus roles
Educación y familia son dos conceptos que actualmente pueden concebirse como parte de una relación equitativa y complementaria, la cual nutre y fortalece a la sociedad desde sus bases.
Algo que es innegable es que el contexto actual manifiesta diversas problemáticas que hieren y dañan al tejido social, sin embargo, muchas de ellas podrían solucionarse con base en una educación adecuada.
Ahora bien, en este caso no estamos hablando de un sistema de materias que brinde las herramientas necesarias para el desarrollo pleno a futuro como profesionistas, más bien, nos referimos a un esquema de conductas y valores que establezcan los cimientos de un México mejor para todos.
Educación y familia
Sabemos que cuando alguien menciona la palabra ‘educación’ es inevitable dirigir el pensamiento a las colegios y escuelas, los cuales son las instituciones encargadas de aportar a los niños y jóvenes los conocimientos requeridos para su crecimiento intelectual.
Sin embargo, es en el núcleo familiar donde los individuos reciben y aprenden las bases de comportamiento en sociedad. Es allí donde los padres deben inculcar en sus hijos valores que, con el paso de los años, les ayuden a forjar carácter y conductas positivas.
La educación y la familia no pueden aportar al crecimiento de los individuos de manera aislada, por el contrario, se complementan.
El trabajo en equipo, la honestidad, ser íntegros, tolerantes, la búsqueda del bien común; todo este listado representa algunos de los valores y conductas que nuestros hogares deberían implementar en los más pequeños cuando inician su desarrollo.
Cuántos de los problemas sociales que aquejan al país podrían encontrar una ventana de oportunidad si desde casa los padres enseñaran y grabaran patrones de conducta que incentivaran a los niños y niñas a ser mejores hijos, estudiantes, compañeros y, a futuro, ciudadanos.
Y es que educación y familia son pilares fundamentales de las sociedades contemporáneas, por lo que es una realidad que, si deseamos que exista un cambio en la mentalidad de las personas, es necesario que podamos comenzar desde nuestros hogares e inculcar en las nuevas generaciones una mentalidad diferente.
Un proyecto a futuro
Hoy día, nuestro país atraviesa un contexto de cambios que a muchos llenan de incertidumbre. La apuesta de este nuevo ciclo para México apunta a cambiar la mentalidad de las personas y buscar el bien común, sin embargo, esto no puede suceder de la noche a la mañana, lamentablemente cambiar el chip de los adultos es un poco más complicado, más no imposible.
Nunca es tarde para empezar, y si desde hoy comenzamos a promover principios que apelen la a integridad, la cooperación, el respeto y el esfuerzo para construir el bien común, en los más pequeños, estaremos realizando un gran aporte al futuro del país.
La educación y familia se convierten ahora en elementos que no se deben descuidar. Los padres necesitamos asumir el compromiso y la responsabilidad de educar a nuestros hijos bajo valores que ayuden a la construcción de un país mejor para que, conforme vayan creciendo, ellos puedan reflejar esto en los contextos sociales donde se desenvuelvan.
El núcleo familiar no puede depositar toda la responsabilidad del cambio a las autoridades, es necesario que todos aportemos desde nuestras posibilidades. Basta de quedarse en la indiferencia, es momento de que el cambio lo generemos nosotros.
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