La importancia de la transparencia relacional dentro y fuera de la organización.
¿Te has fijado en los ambientes que rodean las negociones en las películas? No es difícil recordar alguna escena de una película de alguna donde se negocia un trato turbio y este tiene lugar en un sótano, con paredes fuertes, con poca iluminación y una música lúgubre. En contraste, un trato que favorecedor, de aquellos famosos de ganar-ganar, aunque sean fruto de muchos ires y venires se dan en lugares con luz con una escenografía llena de cristales traslúcidos.
Ciertamente, las películas mueven así nuestra percepción para acentuar esos sentimientos que nosotros percibimos también en la vida real. Hay empresas que se siente llenas de transparencia y hay un nivel de satisfacción entre los colaboradores como hay otras, donde tristemente, se siente opacidad y pesadez en el ambiente.
La diferencia entre unas y otras empresas se da por la importancia que dan o no a la transparencia relacional, la cual no sólo se da entre los que son partícipes de la empresa sino que se proyecta también al exterior.
Empieza con la gente
Se atribuye al sabio Blas Pascal la frase “Si no actúas como piensas, va a terminar pensado como actúas”, la cual encierra una verdad muy importante que tiene que ver con la integridad personal pero también se refleja en las actividades de las empresas donde también se requiere transparencia y coherencia tanto en las personas como en la institución.
Las empresas, antes que otra cosa, son comunidades, es decir, se conforman a partir de diversas relaciones, entre las que destaca la que los jefes y líderes mantienen con sus colaboradores. Así que la transparencia relacional empieza precisamente por ahí y recae en quienes tienen posiciones relevantes lograrlo.
Quienes encabezan las empresas, deben ser los primeros en trabajar esa coherencia entre lo que se es y lo que se hace, pues sólo si hay claridad y correspondencia entre ambas instancias, se podrá construir una relación que refleje esa transparencia.
Vivir en todo momento como una persona íntegra se ve en cómo se piensa, se dice, se siente y se hace. Quien cree en la equidad, no hará comentarios despectivos, se sentirá movido por las situaciones de desigualdad y procurará que en el lugar de trabajo todos tengan el mismo trato y las mismas oportunidades.
Llegando lejos
Los colaboradores perciben esas actitudes y su coherencia, lo cual facilita un ambiente de cooperación y compromiso. Sobre todo, cuando además los liderazgos fomentan y buscan que esos mismos valores humanos se reflejen las políticas institucionales.
Por eso es tan determinante procurar que todo se integre de la mejor manera para que quienes tienen puestos directivos establezcan una relación de confianza y trabajo conjunto con sus colaboradores que, a la vez, refleje la visión y la misión de cada empresa.
Así como la luz no se puede ocultar, cuando una empresa se beneficia de vivencia de valores y coherencia, esto se proyecta al exterior y la imagen de esta se percibe como confiable y, por tanto, atractiva para establecer relaciones comerciales y de sinergia. La trasparencia fomenta relaciones sólidas, duraderas y gratificantes.
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